febrero 16, 2007

ÉXODO: EL DIOS QUE ACOMPAÑA

José Arias


“Busque la presencia de Dios, agárrese del Señor porque los días son malos.” Con mucha frecuencia escuchamos a predicadores decir esas frases en sus congregaciones. Pero, ¿es bíblicamente correcto conducirnos bajo ese pensamiento?
El ser humano siempre ha buscado a Dios, sin saber que esa no es la dirección correcta. La Biblia nos muestra a Dios como el que ama y busca a la persona. En Éxodo podemos ver como Dios reconoce y se acerca a su pueblo. Por lo tanto, nosotros no nos acercamos a Dios, es Dios quien se acerca a nosotros. Nos nos podemos agarrar de Dios, por eso él actúa como el Buen Pastor que nos sostiene. Recordemos que no fuimos al cielo, fue Dios mismo quien descendió y tomó la naturaleza humana para morir y resucitar por nosotros.
Como herederos de la Reforma, debemos recordar lo que nuestro hermano Juan Calvino, basado en las Escrituras, enseñó:

Desde Adán, toda la naturaleza humana está caída y con la conciencia entenebrecida. El ser humano no reconoce la presencia de Dios ni la puede buscar. Por eso, llegar a Cristo es un acto de regeneración que logramos solo por Su gracia, y permanecemos en él por su gracia.

El caminar diario del cristiano se basa en la negación de sí mismo, tomar su cruz y seguirle; es una decisión basada en la confrontación y desafío. Pero, ¡tranquilo!, no caminamos solos porque el Señor es EL DIOS QUE ACOMPAÑA.

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