– Mickey McKinney –
Cuando pensamos en la consagración y adoración, muchas veces nos complicamos tratando de definir lo que éstos pueden significar. En realidad no son asuntos tan complicados. Para vivir una vida consagrada, sencillamente tenemos que andar con Cristo, en Su Luz y totalmente dependientes de Él. Por lo tanto, al andar con Cristo nos damos cuenta de que podemos tener comunión con Dios porque Él es Dios y Él desea que adoptemos sus intereses. Es decir, las cosas que le interesan a Dios, las debemos tomar nosotros, adaptarlas a nuestra vida y permitir que Cristo nos transforme, dejando atrás los deseos egoístas de las tinieblas.
Pensemos un momento en lo que le interesa a Dios y, por lo tanto, a nosotros. A mi parecer, los cinco intereses más importantes según la Palabra de Dios, son 1) aprender a amar lo que Jesús ama; 2) aprender a glorificar a Dios; 3) aprender a vivir unidos a Dios y en comunión los unos con los otros; 4) aprender a compartir con Cristo en sus sufrimientos; 5) aprender a buscar diligentemente el Reino de Dios.
No importa quién sea ni de dónde venga, si una persona entrega su vida a Cristo de esta forma, Dios transformará totalmente su vida. Esto implica que dicha persona tendrá que pasar mucho tiempo en oración y en la lectura de la Santa Palabra de Dios.
octubre 23, 2006
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