– Marielos Rivera Turcios
Hebreos 1: 1-9
Mateo 3: 17b
Nació hace más de dos mil años, ha sido el más hermoso y grande de todos los hombres antes visto. Su gloria, su poder
y su majestad no tienen límite. Los profetas hablaban de Él, lo profetizaban.
Se le considera el resplandor de la gloria de Dios y por medio de Él se muestra la grandeza y el poder de su Padre. Él hizo el universo y es dueño de todo.
Su palabra es tan poderosa que sustenta todas las cosas con tan solo abrir su boca.
Él dio su propia vida para limpiarnos de nuestros pecados y reconciliarnos con Dios el Padre y habiendo hecho todo esto llegó y se sentó en el Cielo, a la diestra del trono de Dios.
Es el orgullo de su Padre y lo presenta al mundo como su primogénito y dice: “Que todos los ángeles le adoren. Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.”
diciembre 01, 2006
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