noviembre 02, 2006

Mirando a Jesús para Crecer


- Bernal Chaves -

En cada área de la vida existen buenos y malos modelos a seguir. Los partidos políticos en todos los países tratan de poner como líderes a personas que al criterio de ellos sirvan de modelo y ejemplo a las nuevas generaciones, para que les ayuden a lograr grandes cosas. La humanidad, a través de los siglos, ha buscado en quién poner los ojos.
Hay quienes ponen su mirada en los aspectos tecnológicos y nuevas invenciones. Algunos miran a figuras de la música y el arte; otros se fijan en deportistas. Están los que ponen los ojos en científicos que han heredado mucho conocimiento a través de investigaciones y estudio.
Desde mi niñez he tenido la bendición de conocer a hombres y mujeres dedicados al servicio de Dios, y a través de ellos y ellas yo tuve la oportunidad de conocer más de Dios porque algo tenían en común: tenían puestos sus ojos en Jesús y me enseñaron lo importante que es tenerle a Él como modelo en la vida cristiana.
Los grandes héroes de la fe del Antiguo Testamento, tanto hombres como mujeres, tenían sus ojos puestos en un Mesías prometido. El libro de Hebreos nos dice que Moisés tenía "la mirada puesta en el galardón" y que no tuvo temor, porque se sostuvo como viendo al invisible.
Los escritores de los Evangelios y del Nuevo Testamento tenían sus ojos puestos en Jesús y por está razón respondieron a su llamado dejando su vida vieja y adquiriendo los retos que Jesús les presentó en su tiempo.
Hebreos 12:2 nos recuerda: "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe".

Pablo, en el libro de Filipenses, nos muestra a Jesús como el mejor ejemplo de consagración, en quien nosotros podemos poner nuestra mirada en el diario vivir y en el caminar de nuestra vida cristiana. Consideremos juntos algunos elementos que nos pueden ayudar a poner nuestra mirada en Jesús para perseverar en nuestra vida cristiana y en nuestro llamado personal a la consagración.

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